La sociedad se está dando cuenta de que el futuro de la sociedad dependerá de un modo u otro de la tecnología robótica. Muestra de ello es que el modo educativo se halla en pleno momento de evolución, a un ritmo más lento de como debiera, por tristeza, pero lo está haciendo.
El desarrollo de la tecnología robótica es imparable, pero en muchos estados, como es lo que sucede en España, está siendo lastrado por la escasez que encuentran las compañías en el momento de fichar trabajadores capacitado para ampliar sus plantillas. Los informes apuntan a que algo menos del 50% de las compañías europeas sufren problemas para sumar profesionales en TIC.
El reto es cambiar urgentemente dicho estado e impedir que nos quedemos retrasados tecnológicamente por no haber sido hábiles en proporcionar a los alumnos de conocimientos en programación y robótica.
Parece que hay consenso en que, una de las soluciones más importantes, es equipar a los alumnos de técnicas a través de una educación STEAM, proporcionando procedimientos que potencien su imaginación y herramientas que inciten los desafíos de trabajar en agrupación. Para obtenerlo, los jóvenes requieren utilizar las ideas adquiridas, del mismo modo que enseñarles para que ellos sean capaces de encontrar soluciones a sus errores a través de un pensamiento crítico.
Responder esta interrogación supone pensar primero sobre si los que tienen el compromiso de desarrollar una estrategia educativa capaz, son plenamente conscientes del indeterminado futuro al que nos enfrentamos. ¿Expresarlo en voz alta es ser catastrofista? Ahora os damos unos hechos…
Mckinsey & Company, una de las empresas consultoras de mayor reputación a nivel mundial, prevé que para el año 2030, hasta 375 millones de individuos en el mundo serán despedidos de su puesto de trabajo como producto de la robotización. Según el Foro Económico Mundial, más de la mitad de los escolares que se hallan estudiando en este momento Primaria ocuparan puestos de trabajo que en la actualidad aún no se han inventado.
Lo único que conocemos en realidad es que la oferta laboral se va a romper beneficiando a los que sean capaces de adaptarse a un escenario fluctuante que va a girar en torno a la transformación digital, los dispositivos robóticos y la programación. Para ello es especialmente relevante convencer entre los jóvenes que seguir formándose en el transcurso de su vida va a dejar de ser un hábito sano, sino una obligación más de nuestra vida laboral.
En estos momentos, en la provincia de Madrid, los estudiantes llevan estudiando tecnología robótica a partir de 1º de Secundaria desde el curso 2015/16, sin embargo, se acaba de solicitar en la Asamblea de Madrid un plan para que se introduzca la asignatura de tecnología, elaboración de programas y tecnología robótica desde 5º de Primaria.
Esto sería un avance más a la hora de acercar la ciencia y la tecnología a los estudiantes. Diseña un modelo educativo en el que el alumno y la robótica convivan, ayudará a la hora de despertar su interés en ellos e ir aumentando habilidades.
Son muy distintas las posibilidades que hay en el mercado para aproximar la robótica a los niños mayores de 4 años. Y no solo para construirlos y jugar con ellos, sino que les permite crear programas con códigos de una forma y adecuada para una edad tan prematura.
Que los niños se desarrollen con naturalidad rodeados de pequeños motores, no debería de ser visto desde un punto distinto a la de los muñecos con los que jugábamos en nuestra niñez.
Otros artículos que podrían interesarte: